Dentro de la categoría de productos, el mayor crecimiento sigue esperándose para los aislados de proteína de soja, que, además de un contenido proteínico muy alto, en torno al 90%, también impresionan por su muy buena solubilidad en leche y bebidas similares, así como por un sabor relativamente neutro, un bajo contenido en grasa y una elevada proporción de fibras y oligosacáridos. Se utilizan en alternativas a la leche y la carne, alimentos funcionales y alimentos de destete.
Las proteínas de soja son una de las fuentes preferidas de proteínas de origen no animal, que al mismo tiempo permiten a los fabricantes de alimentos conseguir un buen control de costes y rentabilidad para sus productos. Entre sus ámbitos de aplicación se encuentran los productos de panadería, confitería, productos cárnicos emulsionados, alternativas lácteas, bebidas funcionales y cereales para el desayuno.
La prohibición de los productos de soja modificada genéticamente en la UE también repercute en los mercados de productos de soja convencionales y en los volúmenes de exportación de los países con cultivos modificados genéticamente. Los posibles riesgos para la salud están impulsando a muchos procesadores de todo el mundo a utilizar únicamente productos no modificados gen éticamente y, en muchos países, los productos fabricados con productos OGM deben etiquetarse en consecuencia.
La creciente tendencia hacia una dieta basada en plantas y la correspondiente concienciación sobre la salud siguen impulsando el crecimiento del mercado de la proteína de soja. Las desventajas de la proteína de soja radican sobre todo en el sabor, debido al regusto a nuez y hierba de la soja, y están llevando al desarrollo de los correspondientes sabores y mezclas de especias que crean una percepción del sabor más agradable.
(Fuente: www.marketsandmarkets.com/Market-Reports/soy-protein-ingredients-market-857.html)